Su incidencia aumenta al inicio de la primavera, generalmente en niños de edad escolar. El período de contagio abarca de 1 a 2 días previos a la aparición de la papera hasta un período entre 4 y 9 días posteriores a la aparición.
La papera es una enfermedad altamente contagiosa aunque no es una patología preocupante ni grave, por lo que los padres no se han de alarmar ante la parioditis. Se transmite de unos niños a otros a través del contacto con la saliva de alguien enfermo.
Síntomas y causas de la papera en los niños y bebés
El niño presentará fiebre no muy alta, hinchazón de la glándula parótida y dolor en dicha región. También pueden aparecer síntomas digestivos como vómitos y dolor abdominal, y encefalitis.La tumefacción desaparece aproximadamente a la semana y alcanza el pico máximo entre el 2º y el 3º día. El niño debe estar aislado durante 9 días desde el inicio de los síntomas. Se transmite a través de tos y estornudos, por un virus.
Tratamiento de la papera en los niños y bebés
La vacuna es la mejor manera de prevenir esta enfermedad. El tratamiento es fundamentalmente médico. En casa, evitar compartir utensilios personales, vacunar a todos los que conviven con el niño, y en el caso de que haya una mujer embarazada, lo ideal sería alejarla hasta 26 días después del comienzo de la enfermedad.Se suelen dar brotes epidémicos de papera en niños y jóvenes cada tres o cinco años y esto suele ser debido a:
- los padres bajan la guardia en cuanto a la pauta de vacunas
- se ha demostrado que algunos lotes de vacunas han resultado defectuosos
- históricamente la efectividad de esta vacuna no ha sido muy alta, según reconoce el Ministerio de Sanidad.
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